martes, 10 de septiembre de 2013

San Cristóbal, 06 -06 -88

Querida familia:

              Desde que me fui, la he pasado muy bien. Conocí a una muchacha llamada Stella, ella tiene familia aquí en Mérida y su papá es Coronel del Ejército.
              Todos los días cuando salgo con el estómago vacío pienso en tus arepas madre y cuando camino, en tu camioneta papá, luego de caminar de la casa a la Plaza Bolívar, miro la Catedral, me digo ¡qué pequeños somos! Seguidamente entro en la posada de San Juan a desayunar con cinco tostadas y con dos morochos grandes, salgo y de ahí me voy a ver los asuntos de la universidad. A la 1 p.m. cuando salgo, me voy donde el señor Eymar, me como mi mondongo y mi pabellón y quedo full. A las 3 p.m. después de una larga siesta, salgo a jugar fútbol, después a trotar y luego a cenar.
             Al lado de mi casa vive una chama de 17 años que está bien bonita y ya me hice su amigo.
             Bueno Familia, yo estoy muy feliz y como verán me lo paso comiendo. Me despido, espero que estén bien, chao, by, adiós, arrivederchi.


                                                                  Riki.

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